La experiencia de Bilbao muestra a Scilla Meccanica que el camino del cambio, cuando se recorre con valentía y visión, conduce a resultados concretos y duraderos.
Di Glauco Pigoli
Bilbao: la fuerza de una transformación urbana que sigue inspirando a Europa
Bilbao no es solo una ciudad: es un manifiesto vivo de transformación urbana. Un lugar que ha sabido reescribir su identidad, pasando de ser el corazón industrial del País Vasco a una capital europea de innovación arquitectónica y urbana. En este contexto dinámico y visionario, Scilla Meccanica participa en la feria Subcontratación, aportando su contribución a la cadena internacional de manufactura.
Hasta los años 80, Bilbao era una ciudad herida, marcada por el declive industrial y serios problemas medioambientales. Las orillas del río Nervión, hoy animadas por museos, parques y paseos, estaban ocupadas por astilleros abandonados, instalaciones en desuso e infraestructuras obsoletas. El aire era denso, el río biológicamente muerto, y el paisaje urbano dominado por la funcionalidad industrial. Una ciudad productiva, pero poco habitable.
La regeneración no fue una coincidencia. Es el resultado de un plan compartido que combinó inversiones públicas, visión política y arquitectura de calidad. Una transformación urbana que ha sabido integrar cultura, infraestructura, sostenibilidad y un cuidado meticuloso del espacio verde: jardines, parterres, senderos peatonales y zonas arboladas forman parte del nuevo diseño urbano de Bilbao.
El símbolo más visible es el Museo Guggenheim, diseñado por Frank Gehry e inaugurado en 1997. Con sus formas fluidas revestidas de titanio, dio origen a una revolución conocida como el “efecto Bilbao”: la demostración de que la cultura y el diseño pueden regenerar un territorio.
Después de Gehry, otros grandes nombres han contribuido a rediseñar Bilbao: César Pelli (Torre Iberdrola), Arata Isozaki (Torres Isozaki Atea), Norman Foster (metro), Rafael Moneo (biblioteca de Deusto), Álvaro Siza (Paraninfo de la UPV), Philippe Starck (Azkuna Zentroa), César Azcárate (estadio San Mamés), IDOM (Bilbao Arena) y Santiago Calatrava (puente Zubizuri y aeropuerto “La Paloma”). Obras que integran estética, funcionalidad e identidad urbana.
Numerosas obras dan testimonio de la transformación en curso del barrio de Zorrotzaurre, según el masterplan firmado por Zaha Hadid. La apertura del canal de Deusto convirtió la península en una isla urbana, símbolo de una Bilbao que una vez más se reinventa y nunca deja de mirar hacia el futuro.
Scilla Meccanica y el coraje de cambiar: en Bilbao el cambio se ve, se toca y se aprende
Para Scilla Meccanica, una empresa de Brescia arraigada en una de las regiones más productivas de Italia, estar hoy en Bilbao significa mucho más que asistir a una feria. Significa reconocer una profunda afinidad con una ciudad que, como nosotros, tuvo el coraje de mirarse por dentro, transformarse y relanzarse apostando por la calidad, la cultura y la visión.
Nuestra historia también nace en un contexto complejo: la provincia de Brescia, cruce entre manufactura, agricultura y ganadería intensiva – rica en saber hacer pero hoy marcada por fragilidades ambientales y sociales. Desde hace más de una década, Scilla Meccanica ha optado por la transformación interna, invirtiendo en formación, cultura organizacional, certificaciones y responsabilidad empresarial. Incluso en tiempos de recesión, siempre hemos creído que el futuro se construye invirtiendo, abandonando los esquemas del pasado.
Pero el contexto cambia rápidamente. Las competencias escasean, la motivación disminuye y la calidad de vida empeora. En muchas zonas – incluso en la fértil y productiva llanura padana – el aire es irrespirable, aumentan las enfermedades y el tejido social se deshilacha. Hace falta valor.
El valor que Bilbao ha demostrado. Con visión política, planificación urbana y una fuerte alianza público-privada, la ciudad ha sabido regenerar su tejido social, medioambiental y cultural. Ha demostrado que las enormes dificultades del pasado pueden dar lugar a un proceso virtuoso de transformación.
Y mientras España lidera hoy el crecimiento del PIB en Europa, algunas regiones italianas siguen atrapadas en modelos productivos obsoletos. También nosotros necesitamos un gran plan de transformación: capaz de devolver sentido al trabajo, belleza a los lugares y dignidad a la empresa.
La presencia de Scilla Meccanica en Bilbao es una elección coherente con esta visión. Es un puente entre dos historias industriales que han elegido la regeneración. Es la prueba de que se puede crecer sin renunciar, innovar sin perderse y contribuir al futuro manteniéndose fiel a los propios valores.

Glauco Pigoli
architetto - project manager